Pepe se ha marcado una fecha para su reaparición: el 4 de enero frente al Villarreal. Para intentar llegar a esta meta, el central portugués ha decidido que sus vacaciones de Navidad lo sean un poco menos, y trabaja desde el pasado lunes en A Coruña en su puesta a punto bajo la supervisión de Carlos Lalín, readaptador físico del club.
El internacional luso lleva tres semanas de baja por una lesión muscular en el cuádriceps de su pierna izquierda, y está ansioso por volver con el equipo cuanto antes. Por ello, y tras hablar en Madrid con Carlos Lalín (la pasada temporada trabajaba en el Deportivo), decidieron aprovechar todo el tiempo posible para trabajar en su recuperación. Consensuando la decisión con los servicios médicos, y tras solicitar las instalaciones para trabajar al Deportivo, Pepe se instaló en un conocido hotel coruñés el pasado lunes y ha estado entrenándose mañana y tarde hasta ayer. Hoy se marchará a Oporto para pasar la Nochebuena y la Navidad con su familia, pero el día 26 estará de nuevo en A Coruña para seguir con su puesta punto hasta el 29, fecha en la que el Madrid regresará al trabajo.
La jornada de trabajo de Pepe comienza a las 11:00 horas en el gimnasio Fit, propiedad del Deportivo, donde dedica dos horas junto a Lalín a la adaptación de la lesión al esfuerzo. Ya por la tarde, el central trabaja otras dos horas (de cinco a siete) en la Ciudad Deportiva del Depor en Abegondo. Allí, sus esfuerzos se centran en la carrera y la progresiva puesta a punto de velocidad y resistencia.
Si las cosas marchan según lo previsto, el esfuerzo de Pepe tendrá recompensa y el día 29 se podrá incorporar ya al trabajo de grupo en Valdebebas junto a sus compañeros por primera vez desde su lesión. A partir de ahí, el objetivo será estar en condiciones para reaparecer el 4 de enero frente al Villarreal, pendiente de la decisión de Juande.
Valerón.
El modelo de utilizar las vacaciones para apurar la recuperación de un jugador no es nueva para Carlos Lalín. El readaptador ya hizo algo similar en su etapa en el Depor con Valerón hace más de dos años, con Manuel Pablo tras su grave lesión (fractura de tibia y peroné) y también con Giovanella. En estos dos casos, Carlos Lalín fue el que cambió de ciudad durante las vacaciones, y se desplazó a Canarias para trabajar y avanzar en la recuperación de ambos jugadores.
Como ocurre ahora con Pepe, la iniciativa para aprovechar al máximo el tiempo partió de los propios jugadores, ansiosos por regresar a los terrenos lo antes posible. La gran diferencia es que la lesión de Pepe está estimada en un mes de baja y las de Valerón y Manuel Pablo superaron el año de duración hasta que consiguieron jugar de nuevo.
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