La situación en la economía mundial es complicada y la Fórmula 1 no se libra de la realidad en que vivimos. Ayer, tras la salida de Honda, la segunda compañía más importante de Japón tras Toyota, otros equipo intentan poner freno a la situación para no seguir el mismo camino que los japoneses. Entre las escuderías que buscan plantar cara a la crisis está la del campeón del mundo, Lewis Hamilton. Y es que Mercedes, proveedor de motores de McLaren, quiere reducir costes en esta competición de manera drástica.
"Dentro de los equipos de Fórmula 1 estamos trabajando muy duro sobre las medidas para reducir los costes, y en los próximos dos años debemos alcanzar las reducciones de al menos el cincuenta por ciento". Son palabras de Norbert Haug, presidente de Mercedes Motorsport, socio accionista de McLaren y suministrador de motores de la escudería británica.
Haug tiene claro que no está en peligro la presencia de su firma en el Mundial: "Nuestra participación en Fórmula 1 está construida sobre bases sólidas y es en gran parte por la financiación de nuestros patrocinadores". Es cierto. McLaren ha invertido este año más de 316 millones de euros, la que más por delante de Toyota, Honda y Ferrari, pero los sponsor cubren casi el sesenta por ciento del presupuesto. Es un caso muy distinto al de Honda, que llevaba dos años sin un patrocinador digno de ese nombre (y gastaba 300 millones). Haug también opinó sobre el adiós de los japoneses: "Esta retirada es muy triste. Demuestra la importancia de la reducción de costes, una medida que hemos venido defendiendo durante más de cinco años y que sólo se ha realizado en un pequeño grado".
El alemán también explicó la fórmula de su compañía para hacer rentable su inversión en la F-1: "Mercedes Benz valora la relación coste-eficacia, la repercusión en los medios de comunicación y en el público, La temporada pasada, Lewis Hamilton y el valor generado por su victoria en el Mundial fue muchas veces mayor que nuestra inversión financiera".
En cualquier caso, todos deben ser conscientes de la situación económica a nivel global y las marcas de coches están sintiendo de manera brutal la recesión. Y aunque Mercedes no es una de las marcas que más están sufriendo la coyuntura financiera, también está siendo golpeada por la bajada en las ventas. De hecho en el pasado mes de noviembre, lastrados por Europa, Estados Unidos y Japón, Mercedes cayó un 27,6 por ciento en sus ventas con respecto al mismo mes de 2007. Durante el pasado mes, vendieron en todo el mundo 74.000 coches y en lo que va de año un total de 1,15 millones de unidades, una cifra inferior en el uno por ciento a la del pasado año.
Mercedes Benz es propietaria del cuarenta por ciento de las acciones de McLaren e incluso se planteó comprar el resto a Ron Dennis y el resto de inversores, pero esa opción parece más lejana en estos momentos. La firma alemana suministra los propulsores y se gasta cerca de 40 millones de euros en su desarrollo, con un coste para cada unidad de unos 300.000 euros. Mientras, la FIA propone opciones diferentes de ahorro y otros equipos como Williams, con 70 millones de deuda en los dos últimos años, están en peligro. Veremos.
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